Tener dinero ahorrado es el primer paso, pero para construir un futuro sólido, necesitas que ese dinero trabaje para ti. La inflación puede reducir el valor de tus ahorros con el tiempo, por lo que es crucial considerar opciones para hacerlos crecer. La diferencia clave entre ahorrar e invertir es el riesgo y el potencial de retorno. El ahorro suele ser para metas a corto plazo y tiene bajo riesgo (ej. cuentas de ahorro). La inversión es para objetivos a largo plazo y conlleva más riesgo, pero también mayor potencial de ganancia (ej. fondos mutuos, acciones).

Antes de invertir, paga tus deudas de alto interés y crea un fondo de emergencia. Para empezar, educarte es fundamental. Luego, explora opciones accesibles como apps de inversión o fondos indexados. Invertir no es solo para ricos; es para cualquiera que quiera planificar con inteligencia. Da el paso hacia tu independencia financiera.